Sud 777
- Albertojuaa
- 6 ene 2017
- 3 Min. de lectura
Sud 777 es co-propiedad del chef Edgar Núñez y está ubicado en Boulevard de la luz número 777. El año pasado entró en la lista de "Latin American's best 50 restaurants" en donde se ubicó en el lugar 27 y en el lugar 6 de México. Encontré el menú de la semana del Sud 777 y sin dudar tomé el teléfono e hice la reservación. Dicho menú consistía en seis tiempos y un maridaje de jugos opcional por un costo adicional.

Primer tiempo: Aguachile de nopales y tuna, la bebida fue jugo de piña, aguacate, perejil y pepino. La primera cucharada del aguachile fue muy desafortunada: En ella había una cantidad excesiva de picante y eso no me permitió identificar de manera adecuada los sabores; en el siguiente logré percibir la perfecta combinación que lograban la acidez del nopal, el dulzor de la tuna y el sutil sabor del chile que conforme avanzó mi degustación fue decayendo considerablemente.La primera cucharada me arrebató la posibilidad de disfrutar una experiencia constante. Por su parte, el jugo fue una revelación. Desde el olfato logré percibir la fuerte presencia del perejil la cual fue confirmada con el primer sorbo. El segundo fue dominado por el sabor a piña, era como si estuviera degustando otro jugo, era maravilloso.

Segundo tiempo: Espinaca y nuez de castilla y jugo de cebolla. La bebida fue jugo de manzana verde con apio. La ilusión que generó el primer brebaje con el cambio de sabores en sorbos distintos hizo que degustara la bebida primero. Aquí las cosas no fueron tan mágicas: El sabor del apio dominó a la bebida todo el tiempo y la manzana verde fue muy sutil. La bebida me satisfizo de igual manera. Respecto al plato: El jugo de cebolla era delicioso y definitivamente se conjugó a la perfección con el sabor y frescura de la espinaca.

Tercer tiempo: Pez espada, zanahorias y puré de durazno con pimienta rosa, la bebida fue jugo de zanahoria con jengibre. El protagonista del plato era tan perfecto que me tomé un momento para tratar de recordar la última vez que había degustado un producto del mar tan delicioso. Mi búsqueda fue en vano, había un claro ganador y estaba frente a mí. Las guarniciones por separado no me convencieron, pero combinadas con el pescado lograron un sabor muy equilibrado y bastante agradable al gusto. El jugo de zanahoria con jengibre resultó muy satisfactorio.

Cuarto tiempo: Guajolote, plátano macho y mole negro, la bebida fue jugo de plátano con leche. Mi paladar sólo recuerda un par de experiencias culinarias que lo hayan satisfecho de semejante manera. Todo fue cocinado con una técnica impecable y el sabor era tan perfecto que me resulta arduo describir este plato sin emocionarme nuevamente. Las palabras sobraban. Estaba frente a un prodigio y mi único deber en ese momento era disfrutar cada instante con gran intensidad.

Quinto tiempo: Sorbete de limón, crocante de manzana verde, salsa de pepino, yogurt y yerbabuena. El maridaje había terminado, el postre resaltó por su hermosa presentación y la gran astucia con la que conjugó el sabor de sus partes. Todo junto logró un combinación refrescante, poco dulce (lo cual me fascino) y realmente interesante.

Sexto tiempo: "Choco-cacahuate", un postre muy rico, de presentación sencilla y que nunca ocultó los sabores de sus protagonistas. Eso siempre será un acierto.

Ya tuve la oportunidad de agradecerle al chef por la comida y la experiencia. Aunque las palabras resultan insuficientes para expresar mi completo sentir, agradezco y reconozco de manera muy enérgica al Sud 777 y al chef Edgar Núñez por ampliar mi cultura gastronómica y darme la oportunidad de recordar sus platos, los cuales me darán a mi vida aún más motivos para sonreír.


Comments