top of page

El cardenal de San Ángel

  • Albertojuaa
  • 6 ene 2017
  • 3 Min. de lectura

Mi madre fue a desayunar un día al Cardenal. Al volver a casa, comenzó a hablar sobre lo que había vivido en el restaurante de cocina mexicana que es reconocido por numerosas publicaciones como "Uno de los mejores sitios en la Ciudad de México para desayunar". Mi padre –un todo terreno en lo que me digan– comentó que El Cardenal era visitado asiduamente por el fallecido Gabriel García Márquez. La reiterada presencia del escritor en el lugar, quien es uno de los máximos referentes en nuestra casa, junto a las palabras de la reciente comensal, interesaron a todos. Muy entusiasmada, mi madre insistió en que la familia entera debía vivir dicha experiencia y tiempo después (no recuerdo cuánto con exactitud), logró su objetivo.

Llegamos a El Cardenal ubicado en la empedrada zona de San Ángel y lo primero que observé al llegar fue la gran cantidad de gente que se encontraba afuera esperando una mesa. Cuando tenía 13 años un profesor comentó: Si veo mucha gente en un puesto de tacos, eso quiere decir que están buenos. Si eso es cierto para los tacos, debe ser cierto para esta clase de lugares – pensé. Permanecí atento a la gente que llegaba para conseguir una mesa, porque "Si Gabriel García Márquez fue cliente de este lugar, entonces debe ser el punto de reunión de una gran cantidad de intelectuales" me decía a mí mismo, mientras el tiempo pasaba y dichos personajes nunca aparecían.

Al cabo de una hora, nos guiaron a nuestra mesa muy cerca de la entrada del restaurante. El breve e improvisado recorrido que el respectivo empleado debe realizar con el fin de encontrar la mesa disponible duró diez segundos. Como en cualquier restaurante de alcurnia, el mesero llegó y se presentó de manera muy cortés, nos ofreció jugo y chocolate mientras nos proporcionaba la carta, se marchó con el fin de permitirnos decidir entre la numerosa cantidad de opciones que el menú de El Cardenal nos brindaba y, segundos después, llegó otro empleado del restaurante a ofrecernos pan dulce. Al aceptar, alguno de mis padres (no recuerdo con exactitud cuál) ordenó nata para acompañar el pan. El segundo empleado se marchó al mismo momento en que el primer mesero regresó con una jarra que tenía un molinillo dentro de sí y sirvió a los que pedimos chocolate al inicio. De un momento a otro, cada integrante de la familia tenía chocolate, pan, jugo y nata al centro.

Por un momento me olvidé del plato fuerte para convencerme, con los básicos elementos que tenía frente a mí, que sin lugar a dudas El Cardenal tenía toda su fama justificada. De entrada, cada elemento me pareció extraordinario: el chocolate, amargo a un grado considerable; el pan, dulce (¿cómo no?) y exquisito por sí mismo; el jugo, un digno representante de la fruta de la que provenía (guayaba, en mi caso) que evidentemente era de alta calidad; y finalmente, la figura de aquel día (y de muchos días después de ese): la nata. Deliciosa como ella sola, resultó el complemento perfecto para el pan y el chocolate. Nunca había probado la nata, quedaba claro, pues resultaría un gesto masoquista de mi parte probar semejante manjar y olvidarlo por completo. Para ese momento, la visita a El Cardenal ya marcaba un antes y un después en mi vida como comensal.

Yo ya estaba satisfecho y la tortilla de huevo con escamoles que ordené como plato fuerte estaba intacta sobre la mesa. Aunque un poco picante para mi paladar, gracias al inigualable sabor de los escamoles y la impecable técnica de preparación del huevo ("Que por supuesto tiene su gracia" – diría mi madre) los cocineros lograron un plato digno de la calidad de El cardenal y la cocina mexicana. He ido un par de veces más a El Cardenal y sostengo lo que mucha gente que conozco y ha ido dice: Es un lugar idóneo para desayunar.

Como mexicano, puedo estar tranquilo, porque hay lugares que son orgullosos representantes de mi gastronomía. El Cardenal es uno de ellos y siempre será un placer visitarlo de nuevo, untar nata en mi pan y repetirme después de cada plato fuerte: "Esto es México" http://restauranteelcardenal.com/


 
 
 

Comments


bottom of page